Si hablamos de artesanías, México es uno de los países con mayor variedad, colorido y belleza, gracias a la destreza y oficio de personas -a menudo dinastías familiares- que dedican su vida a la confección de piezas y objetos típicos.
Alebrijes, barro cocido, orfebrería de plata y oro, tallas de madera, objetos de jade o ámbar, sarapes, sombreros de charro y trajes de mariachis, rebozos, cerámica de Puebla, y por qué no incluirlas, las piñatas, son parte del folclore y tradiciones extendidas por todo México.
ALEBRIJES
En cualquier rincón de México encontramos estas artesanías originarias del pueblo de San Martín Tilcajete en el estado de Oaxaca. Representan a animales imaginarios, que normalmente fusionan varias especies. Pedro Linares fue quién les dio el nombre de alebrijes, fabricándolas de cartón, y ante el éxito que se generó la gente empezó a tallarlas en madera para que fueran más resistentes.
En otro pueblo de Oaxaca, San Antonio Arrazola, también se empezaron a tallar en la década de los ochenta, y es posible visitar los numerosos talleres de ambas localidades para ver el proceso de fabricación. De colores intensos, los alebrijes tienen tamaños variados y el único límite para crear nuevos animales fantásticos de esta particular cosmovisión lo pone la imaginación.
ARTE HUICHOL
No menos color tienen las las tablas de estambre (nierikas) o las figurillas cubiertas de chaquira del arte huichol . Dicen que sus grecas y diseños son fruto de las alucinaciones del consumo del peyote. Son características de los estados de Nayarit, el norte de Jalisco y algunas zonas de Zacatecas. El arte huichol ha trascendido las expresiones originales y hasta lo podemos encontrar en camisetas de diseño o calzado deportivo.
TALAVERA POBLANA
De Puebla de Zaragoza llega la cerámica poblana o de Talavera -recodando el origen español de Talavera de la Reina en Toledo-. El arte de decoración de las lozas de cerámica, con el característico tono azulado de la talavera poblana es una de las artesanías más características de México. Ya desde finales del siglo XVI la producción de talavera está constatada, y en el siglo XVII se establecieron normas y regulaciones con gremios que controlaban la calidad y manufactura. Actualmente existe una Denominación de Origen que fija la procedencia poblana de los productos.
BARRO COCIDO
También de Oaxaca es el famoso Barro Negro de Doña Rosa, una humilde señora de San Bartolo Coyotepec que en los años 50 consiguió dar un acabado sorprendente a los objetos de barro que cocía. Esta técnica al parecer ya usada por los mixtecas y zapotecos consistía en reducir las atmósferas de un horno especial de dos bocas para generar un proceso inverso a la oxidación, y bruñir la pieza para que adquiera la textura suave del barro negro. Hoy, desaparecida Doña Rosa, la tradición se ha perpetuado, con el mismo material, lodo arcilloso, cocido en los hornos para dar lugar a recipientes y objetos variados.
PLATERÍA
La riqueza mineral de México ha hecho que desde hace miles de años se hayan utilizado ornamentaciones del ajuar personal a base de oro, plata, jadeita o ámbar. Los españoles primero y empresas de inversionistas estadounidenses y franceses después explotaron minas para extraer los codiciados minerales con los que se fabrican todo tipo de joyas. Tanto en el Estado de Hidalgo como en Taxco (Estado de Guerrero) podemos encontrar anillos, pendientes y colgantes de plata de gran calidad, obra de los orfebres locales.
SOMBREROS DE CHARRO
Tan escandalosos visualmente que son inconfundibles, los sombreros de charro son quizá el máximo exponente de la artesanía mexicana, y se han convertido en el souvenir por excelencia. Elaborados con piel de conejo, es necesaria una técnica de planchado precisa para lograr esa textura resistente. Posteriormente se borda a mano con uno o varios colores. En su día eran un símbolo del estatus social del hacendado y servían para protegerse del sol cuando se montaba a caballo.
SARAPES
Dentro del textil, otra de las artesanías típicas de México son los sarapes, originarios del estado de Tlaxcala en el siglo XVIII, pero que se hizo más famoso cuando se introdujo en el norte del país y la ciudad de Saltillo (en el estado de Coahuila ) se convirtió en el principal productor. Esta prenda sirve de abrigo contra el frío, y era muy utilizada ya que
De lana o algodón, los sarapes tradicionales aún se fabrican en telares de madera, con un proceso de hilado artesanal llevado a cabo por hilanderas muy pacientes. El rombo bordado a mano es la seña que indica que estamos ante un sarape auténtico.
El sarape ha cruzado las fronteras mexicanas y es una prenda que ya forma parte de la moda internacional, incluso como manta o decoración.
HUIPILES
Detrás de la simple prenda de ropa está la visión religiosa de las comunidades indígenas, principalmente de Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Veracruz, Puebla, Yucatán, Michoacán o Quintana Roo. Para ellos el huipil es una expresión simbólica del papel de la mujer en la sociedad y por ello la elección y confección del huipil es importante.
ÁRBOLES DE LA VIDA
Quién va a Metepec regresa con mucha seguridad con un árbol de la vida. Esta población del Estado de México es conocida por su día de Muertos y los impresionantes altares que decoran el centro, y por los famosos árboles de la vida. La simbología es universal ya que los árboles empleados en esta artesanía son concebidos como el eje del universo y de la vida misma. Pese a tener alegorías religiosas, la simple belleza decorativa hace que sean un regalo para cualquier persona que crea en la naturaleza como elemento troncal de la sostenibilidad.
JUGUETES
En México muchos juguetes aún se fabrican de forma artesanal, y por ello es habitual encontrar en los mercados algunos usadas por nuestros padres o abuelos como el trompo (peonza), la pirinola, la matraca, el balero o la divertida lotería, además de coches y camiones de madera o un sinfín de muñecas entre las que destacan las típicas de trenzas y colores vivos, o la «negrita merecumbé» con su vestido rojo y lunares blancos.
REBOZO
El Rebozo nació en Santa María del Río, San Luis Potosí, allá por 1764 cuando las mujeres tuvieron que pensar en una prenda para tapar sus cabello cuando entraban en las iglesias, ya que mostrar sus cabellos era entendido como una «provocación».
La fabricación artesana no es sencilla ya que se tarda de uno a dos meses en culminarlo, con hasta quince fases que van desde el hervido de la tela, el hilado, el secado, o teñido entre otras.
Confeccionada con algodón o lana su uso permite emplearlo para taparse, llevar a los bebés liberando los brazos, o simplemente como abrigo. Frida Kahlo fue una de las figuras que le proporcionó más visibilidad, plasmado en alguno de sus cuadros y siendo parte de su vestuario habitual.
Los principales centros de producción del rebozo son Santa María del Río, en San Luis Potosí, Tenancingo en el Estado de México; La Piedad en Michoacán; Santa Ana Chautenpan en el estado de Tlaxcala; o Moroleón en Guanajuato.
GUAYABERA
No sería justo obviar las guayaberas dentro de las artesanías de México ya que esta prenda típica de Veracruz y de la península de Yucatán es además de cómoda, un ejemplo de la dedicación en la confección. Común en climas tropicales de toda América, la guayabera era utilizada por los campesinos para sus labores de campo, y el nombre proviene de sus bolsillos amplios, que permitían guardar las guayabas. Como artesanía se ha convertido en un producto demandado y elegante, cuyo precio depende de la calidad de los materiales y de los esmerados bordados de cuello, mangas y botones. Mérida está considerada la capital mundial de la guayabera.
PIÑATAS
Las piñatas son conocidas internacionalmente pero no siempre se conoce que se usan para festejar las Posadas en fechas navideñas, además de en los cumpleaños de los niños. Las originales tienen siete puntas aludiendo a los siete pecados capitales según la religión católica, y en su día se rellenaban con fruta, aunque hoy los niños prefieren que haya golosinas y algún pequeño juguete en su interior. Los maestros piñateros se han adaptado a los nuevos tiempos y ahora podemos encontrar piñatas con forma de los dibujos animados de moda o incluso algunas satíricas.
Estos son algunos ejemplos de artesanía mexicana pero cada rincón de México tiene sus expresiones artísticas, revalorizadas con los programas culturales como Pueblos Mágicos, que han permitido conservar las tradiciones. Si estáis interesados en conocer las artesanías de México de primera mano, hay tours a lo largo y ancho del país, que permiten acercarnos a los viejos oficios. Escribidnos y os daremos más información.